LO QUE GANARIAS
1.-Comprender como funciona el chantaje emocional
2.-Saber si eres victima de este y como evitarlo
“¿Cuál es la diferencia entre una madre italiana y una madre mexicana?, -pregunta un viejo chiste.- “La italiana dice: Si no te comes el espagueti, te mato”; y la mexicana dice: “Si no te comes el espagueti me muero”
“No sabes como sufro al ver que no quieres ser doctor como tú padre”. “Ándale, hazlo por mi”. “Ya se que hoy ibas a ver a tus amigas, pero me siento tan mal que quizá vaya a dar a un Hospital”. “Lo que pasa es que a ti no te importa lo que yo sienta”. “Pero si lo estoy haciendo por ti”. Todas estas frases son clásicas del chantajista emocional.
El chantajista de forma inconsciente o voluntaria, presiona a otra persona para que actué, diga o piense de una determinada manera aunque vaya en contra de sus principios o modo de ser; para ello utiliza la manipulación, la lucha de poder, el miedo, la obligación y la culpa, entre otras cosas.
Quien ejerce este tipo de chantaje es siempre alguien cercano a ti y una vez que identifica que le funciona para que hagas lo que quiere, lo utilizará hasta el infinito. Si hacerte sentir culpable es la receta, buscará como dejarte saber cuanto se ha sacrificado, sufrido, hecho o renunciado por ti.
No todos tienen el mismo estilo, se distinguen algunos perfiles tales como:
El castigador: Dice exactamente lo que pretende y las consecuencias a las que tendrás que atenerte si no cedes a sus deseos.
El autocastigador: Se dañara a si mismo si no haces lo que pide, pero avisa anticipadamente.
La victima: te obliga a adivinar lo que quiere para luego dejar claro que es imprescindible que se le cumpla.
El provocador: Te hace promesas maravillosas de cuanto te dará o amará si haces lo que dice.
Se forma un círculo vicioso al comprobar que al presionar y hacer que el otro se sienta culpable, obligado o temeroso, según el caso y resulte infalible para obtener lo que quiera.
¿Eres víctima?
Lo primero que debes saber es que la única razón por la que te chantajean es por que tú lo permites. Y esto se debe a que no deseas que el otro se enoje, cedes para evitar una discusión, no defiendes tu posición o te sientes responsable por esa persona, es muy probable que seas presa fácil, e incluso víctima, del chantaje emocional.
Identifica las siguientes señales:
Te advierten constantemente que terminaran la relación si no les satisfaces sus deseos.
Siempre quieren más sin importar cuanto les des.
Ignoran tus sentimientos.
Ofrecen generosas promesas que dependen de su comportamiento.
Te alaban cuando cumples y se muestran molestos cuando no accedes.
¿Cómo liberarte?
Determina donde empiezan y terminan las responsabilidades y compromisos hacia los demás. Establece límites: al establecer límites se eleva la autoestima y el valor para confrontar a las personas que pretenden manipular tu manera de actuar.
Ante un “Yo deje mi familia por ti ya hora tú no quieres hacer esto por mi”, responde “Yo no te pedí que los dejaras y la decisión de hacerlo fue sólo tuya”. Así el otro se queda sin armas y tendrá que buscar otra manera de llegar a un arreglo contigo.
Y ¿Cómo dejar de serlo?
Si eres chantajista puedes recuperarte al entrar en contacto con tus sentimientos y no con la personalidad que aparentas.
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