El Día de la Libertad de Expresión fue establecido por el Gobierno del entonces presidente Miguel Alemán Valdéz el 7 de junio de 1951, y en 1976, el presidente Luis Echeverría añadió a esta celebración la entrega del Premio Nacional de Periodismo a los más destacados miembros de la prensa escrita y electrónica por sus trabajos desarrollados durante el año anterior en los diversos géneros periodísticos.
La disyuntiva, es muy clara, ¿es un día para celebrar?, ¿es el periodismo un negocio?, ¿Desde la mítica tierra de la libre expresión, existe tal privilegio?.
Tan sólo en 2009, una docena de periodistas fueron asesinados, en el cumplimiento de su deber a lo largo y ancho de la República Mexicana; en la ciudad de Domínguez no sumamos casos tan tenebrosos, pero...es un día para celebrar, para recordar o simplemente para respetar.
Mientras en México se le cataloga como el país más peligroso para ejercer el periodismo, en la cuna de la libre expresión festejamos o compartimos el pan y sal, en primer término, con el edil, Oscar Eduardo Ramírez Aguilar en un desayuno en el restaurante Comitán Lindo y que rico; donde algunos decidieron hacer uso de la palabra, con fines de protagonismo, otros cuantos con fines sociales, con fines de lucha y con fines de gratitud.
Lic. Eduardo Ramírez y Profr. Cancino
Edil comiteco en su discurso ante los medios de comunicación
En la comida, nuevamente compartimos el pan y sal, en compañía de los candidatos de la alianza "por la unidad", Pri-Verde, Antonio Aguilar Meza, candidato a la presidencia de Comitán y por la diputación local del sexto distrito, Víctor Manuel Pulido López, en donde ningún reportero quiso hacer uso de la palabra.
C.P. Antonio Aguilar Meza
C.P. Víctor Manuel Pulido López
0 comentarios:
Publicar un comentario