COMPOSICIÓN CORPORAL
Cuando pretendemos llevar un plan de alimentación, porque “estamos pasados de peso”, siempre tomamos como referencia, nuestro peso corporal más que otros indicadores; nos metemos al gimnasio y muchas veces, nos damos cuenta que por más que llevamos uno o dos meses, vemos que nuestro peso bajó poco, sigue siendo el mismo o subimos. Por lo general, cuando se va al gym a hacer “pesas” o ese tipo de ejercicios anaeróbicos, el músculo se pone firme y aumenta de tamaño, mientras disminuimos cierta cantidad de tejido adiposo acumulado y estas dos cosas se ven reflejadas en el peso, ¿pero qué pasa?, el músculo es más denso que la grasa, es decir, que en relación a la cantidad que se aumenta o pierde, el músculo siempre va a ser más pesado que la grasa y es por eso que no siempre es correcto guiarse con el peso total corporal.
Existe una manera de conocer específicamente cuánto músculo y cuánto tejido adiposo está presente en nuestro cuerpo: la antropometría, una disciplina que estudia el cuerpo humano, mediante medidas y evaluaciones de su tamaño, forma, proporcionalidad, composición, maduración biológica y funciones corporales, con la finalidad de entender los procesos implicados en el crecimiento, el ejercicio, la nutrición y el rendimiento deportivo. La idea de utilizarla en el campo de la salud, abarca principalmente dos aspectos: evaluación del estado actual y control de los cambios a lo largo del tiempo.
Con una serie de mediciones, provee información sobre el tamaño del individuo en su totalidad (peso y estatura) y de segmentos específicos, partes y tejidos. Los diámetros óseos describen la robustez global del esqueleto, las circunferencias de algunas partes del cuerpo proveen información sobre la musculatura relativa, y el grosor de los pliegues cutáneos son indicadores de la adiposidad subcutánea.
Goyas, quejas y sugerencias: lettygg@gmail.com
Para nueve guardianes: L.N. Lety González
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